CÓMO COMPLACER A TODO EL MUNDO Un día Yoha viajaba montado a lomos de un burro en compañía de su hijo, que le seguía andando. Cuando pasaron por delante de un grupo de gente, alguien exclamó: -Mira ese hombre, qué egoísta, viaja montado en su burro y no se preocupa por el pobre niño que lo sigue detrás. Al oír eso, Yoha bajó del burro y pidió a su hijo que se montase. Después de un rato se encontraron con dos campesinos, y uno de ellos murmuró: -¡Qué vergüenza! Mira a ese niño, no tiene educación, monta al burro y deja al viejo que ande. Entonces Yoha le dijo a su hijo: -Bájate, andemos juntos, así evitaremos más críticas. Pero a pesar de eso no lograron viajar con tranquilidad, ya que un poco más tarde, al cruzarse con otra gente, escucharon: -¡Qué tontos! Se cansan andando y tienen un burro. Después de esas palabras, el niño de dijo a Yoha: -¿Por qué no dices nada a esas personas? Las dejas reírse de nosotros. Yoha le contestó: -Escucha, hijo mío...